Mas romanticismo y más realismo.
Más disposición a dar que de esperar recibir.
Más honestidad y menos simulación.
Más cine, sexo, conversaciones, abrazos y bailar.
Más masajes, más lágrimas compartidas, menos expectativas, más vida personal plena e interesante.
Más libros leídos juntos o solos, más cocinar juntos, menos reclamos.
Menos expectativas, mas independencia.
Más hacernos cargo de lo propio, menos proyecciones.
Màs asumir nuestras propias culpas y nuestras responsabilidades.
Más risa y menos solemnidad.
Más cartas de amor, más detalles, más tocarnos, mas mirarnos a los ojos, mas decirnos la verdad.
Más experimentación en la vida y en la cama, y menos "yo no le entro a eso".
Más aceptación, más amistad, menos regaños.
Más ser amigos, más ser solidarios, más valorar cada momento compartido.
Más respetar al otro tal y como es.
Menos expectativas, menos expectativas, menos expectativas.


Solo para valientes.