viernes, 4 de noviembre de 2011


Anoche soñé que galopaba de nube en nube hasta que decidí detenerme en una que parecía firme, quería mirar de frente a la Luna y así lo hice, la distancia entre ella y yo era tan corta que su luz me iluminaba tanto hasta hacerme parecer un ángel. Ver sus relieves fué como fundirme literalmente en ella.

La Luna siempre me ha amado demasiado y yo a ella, la cita de anoche me tocó el alma de una manera que no puedo y tampoco es necesario explicar.

Ella siempre tienes sus maneras de buscarme y encontrarme.

Gracias Luna por ser un espejo.


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