jueves, 28 de abril de 2011

...

A que extraña profundidad se supone que rema èsta soledad; mi mano y tiembla de sentir, se adelanta apresuradamente a cualquier momento en que ya no exista la coherencia,,, algo se agrieta y no es por tì.

El mundo tiene su propia tumba y yo escojo tu voz para morir todas las noches, para vivir lo que mata.

De esto te hablo:

Un cuerpo en llamas que poco merece si no estàs; humilde y cansado de mantener sus paredes tensas. Soy feliz y sigo muriendo un poco o lo mismo cada dìa para que esas paredes no las sostenga el dolor y la apatìa de quien merece lo mismo que yo.


Marlene / 1997.

No hay comentarios:

Publicar un comentario